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Megapuerto de Chancay: implicancias del fallo de Indecopi y su impacto en la competencia portuaria

El Megapuerto de Chancay, uno de los proyectos más ambiciosos en la infraestructura portuaria del Perú, ha sido objeto de una reciente resolución por parte del Indecopi que podría marcar un antes y un después en la regulación de tarifas y condiciones de competencia en el sector. Con una inversión liderada por la empresa china Cosco Shipping y un potencial estratégico para conectar el comercio marítimo con Asia, este nuevo terminal ha generado tanto expectativas como controversias.

¿Qué resolvió el Indecopi sobre el Megapuerto de Chancay?

La Comisión de Defensa de la Libre Competencia (CLC) del Indecopi concluyó que no existen condiciones de competencia efectiva en los servicios que prestará el Megapuerto de Chancay. Esta decisión fue tomada tras una evaluación técnica solicitada por el Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositrán), en el marco del Reglamento de la Ley del Sistema Portuario Nacional.

Según detalló Infobae Perú el 12 de abril de 2025, el análisis abarcó cuatro mercados relevantes: el embarque y descarga de contenedores llenos, el servicio de amarre y desamarre, y dos combinaciones de servicios para contenedores vacíos y transbordo.

¿Por qué se cuestiona la competencia en Chancay?

Uno de los factores clave que generó preocupación fue el nivel de precios ofrecido por Cosco Shipping, operador del puerto de Chancay. De acuerdo con Infobae, la empresa lanzó inicialmente tarifas que eran en promedio 10% más bajas que las ofrecidas por los operadores del Puerto del Callao, como DP World y APM Terminals. Esta diferencia fue percibida como el inicio de una posible “guerra comercial” en el sector portuario.

A diferencia del Callao, que opera bajo concesiones reguladas, el puerto de Chancay se encuentra en terrenos privados y no está sujeto al mismo marco concesionado, lo que ha encendido las alarmas entre entidades regulatorias como Ositrán.

¿Qué implicaciones tiene el fallo del Indecopi?

El fallo implica que, al no haber competencia efectiva, las tarifas del Megapuerto deberán ser reguladas por la Autoridad Portuaria Nacional (APN) en coordinación con Ositrán. Inicialmente, se aplicará una estructura tarifaria basada en las del Callao, considerando variables como el tipo de servicio, peso de carga y destino.

Esto busca prevenir prácticas monopólicas y asegurar precios justos para los usuarios, fomentando así un entorno de competencia saludable en el sistema portuario nacional.

El Megapuerto de Chancay: una pieza clave para el comercio exterior

Pese a la regulación, el Megapuerto de Chancay sigue siendo visto como un componente estratégico en la integración comercial entre Perú y Asia. Con capacidad para recibir buques de gran calado y un abanico de servicios portuarios (practicaje, remolque, almacenamiento, recolección de residuos, entre otros), su potencial económico es indiscutible.

Durante su fase de marcha blanca, que culminará en mayo de 2025, se proyecta que operará con dos buques semanales rumbo al puerto de Shanghái, lo cual permitirá ajustar procesos logísticos antes del inicio de operaciones a plena capacidad.

Opiniones y perspectivas del sector portuario

Desde el sector empresarial, hay voces que reconocen el papel de Chancay como posible regulador natural de tarifas, especialmente si su operación logra movilizar al menos un 70% del volumen de carga proyectado, según la Asociación Peruana de Operadores Portuarios (Asppor).

Por otro lado, Carlos Tejada, gerente general adjunto de Cosco Shipping, declaró en un evento empresarial en Lima que las tarifas ofrecidas por Chancay serían “altamente competitivas”, reforzando su visión de posicionar al puerto como una alternativa sólida frente al Callao.

Desafíos regulatorios y competitivos

Más allá de los precios, el Megapuerto de Chancay enfrenta desafíos normativos. Uno de ellos es su condición no concesionada, que lo diferencia de otros puertos del país con marcos jurídicos más estrictos. De hecho, una ley reciente aprobada por el Congreso eliminó la fecha de caducidad para su operación, otorgándole un estatus especial frente a los 30 años (renovables) que rigen en puertos concesionados.

Asimismo, su relación con el Estado ha tenido momentos tensos, incluyendo disputas por exclusividad de servicios y el rol del Ositrán en el monitoreo de sus actividades.

¿Qué viene ahora para Chancay?

A mediano plazo, el puerto de Chancay podría convertirse en un hub regional de transporte marítimo, atrayendo no solo carga peruana sino también de países vecinos. Sin embargo, su éxito dependerá de su capacidad para adaptarse a una regulación tarifaria más estricta y establecer prácticas comerciales alineadas con los principios de libre competencia.

Además, deberá demostrar que puede complementar, y no solo competir, con el Puerto del Callao, generando sinergias en lugar de disputas. Este equilibrio será clave para el desarrollo sostenido del sector portuario y la economía nacional.


El Megapuerto de Chancay representa una gran oportunidad para modernizar la infraestructura portuaria del Perú y fortalecer su vínculo comercial con Asia. No obstante, el reciente fallo del Indecopi —revelado por Infobae Perú— pone de relieve los retos que enfrenta en términos de regulación y competencia. Garantizar un entorno equitativo, donde operadores públicos y privados compitan en igualdad de condiciones, será crucial para que este megaproyecto cumpla su promesa de impulsar el desarrollo logístico y económico del país.

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